Trabajadora de una de las empresas de Clece, María (nombre ficticio) atravesó una situación delicada tras ganar una denuncia por violencia de género. Al verse obligado a abandonar la vivienda familiar, su expareja dejó de hacer frente al pago de su parte de la hipoteca, por lo que nuestra compañera no pudo afrontar sola la totalidad de la letra mensual.
Esta situación de impagos provocó el embargo de la vivienda, de tal modo que un día, al volver a casa, María ya no pudo entrar y a sus 43 años se vio en la calle con sus tres hijos de 19, 12 y 5 años. Todas las pertenencias de la familia quedaron dentro del que había sido su hogar y durante seis meses recurrieron a la ayuda de conocidos. En ese tiempo, la hija mayor convivió con su pareja mientras María se instaló con sus dos hijos menores en casa de unos amigos, pero tenía miedo de que su presencia fuese incómoda para los propietarios y pasaba las tardes y los fines de semana con los pequeños en la calle o en centros comerciales.
Al conocer su situación, desde Corazón y Manos pusimos todo de nuestra parte para ayudarles en la búsqueda y gestión de un piso de alquiler social del que pagamos una mensualidad y dos meses de fianza, además de comprar ropa para toda la familia. También, a través de nuestro servicio de asesoría jurídica, les brindamos ayuda para intentar recuperar las pertenencias que se quedaron en su antigua vivienda. Especialmente sensible es el tema de la documentación, ya que el hijo pequeño tiene una enfermedad crónica renal y todos sus papeles médicos siguen en aquella casa.
A pesar de tener un nuevo hogar, el hijo de 12 años había entrado en una fase de decaimiento y depresión al carecer durante tanto tiempo de un entorno seguro. Además, a esto se sumó que, siendo un verdadero fan del Real Madrid de baloncesto, vio que todas sus pertenencias y recuerdos del equipo los perdió tras el desahucio, dado que tampoco le permitieron recuperarlos de su antigua vivienda.
Conscientes de ello, en Corazón y Manos nos pusimos en marcha y hace unos días le entregamos varios regalos con la imagen de su equipo, entre los que se encontraba un nuevo póster del Real Madrid para su habitación. Gracias a este pequeño detalle, el niño asegura que volverá a dormir tranquilo en su cama.
“No hay palabras suficientes para agradecer a Corazón y Manos todo el apoyo y acompañamiento durante este difícil periodo de nuestra vida”, según María.
¡Muchas gracias a todas las personas implicadas en ofrecer una nueva vida a esta familia!